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Huasteca Global News – 19 de enero de 2024
Banco Azteca, una de las principales entidades bancarias de México y parte del Grupo Salinas, ha anunciado su intención de emprender acciones legales contra los responsables de una campaña en redes sociales que, según afirma, busca dañar la credibilidad del sistema financiero mexicano y la estabilidad de la entidad.
Según un comunicado emitido por Grupo Salinas, desde el año pasado, Banco Azteca, junto con otras empresas del grupo como Elektra y TV Azteca, ha sido objeto de una serie de acusaciones y mensajes en redes sociales que alegan una mala situación económica, insinuando una posible quiebra inminente. Estas afirmaciones han sido categorizadas por el grupo como actos de "terrorismo financiero".
El grupo empresarial, dirigido por el magnate Ricardo Salinas Pliego, quien es el tercer hombre más rico de México, ha destacado que estas acusaciones carecen de sustento y contrastan con los informes periódicos del sistema bancario nacional. Por lo tanto, Banco Azteca planea presentar demandas contra los autores intelectuales y materiales, así como contra quienes financian estas campañas de desprestigio.
Esta situación se presenta en un contexto donde, a fines del año pasado, una jueza estadounidense desestimó una petición de bancarrota involuntaria contra TV Azteca, parte del Grupo Salinas. Esta petición había sido presentada por tenedores de bonos debido a pagos atrasados. TV Azteca había emitido 400 millones de dólares en notas no garantizadas en 2017, y según los reclamos de los acreedores, comenzó a incumplir con los pagos en 2021.
El anuncio de Banco Azteca subraya la tensión entre el sector financiero y el uso de las redes sociales para difundir información, y pone de relieve los desafíos que enfrentan las empresas en la era digital para proteger su reputación y credibilidad.
Grupo Salinas no ha especificado los detalles de las demandas ni ha identificado a los acusados. En el pasado, Salinas ha señalado a figuras políticas como posibles responsables de campañas similares en su contra, aunque sin pruebas concluyentes.
Esta situación plantea interrogantes sobre la libertad de expresión en redes sociales y la responsabilidad legal de las afirmaciones realizadas en estas plataformas, en un escenario donde la difusión de información puede tener consecuencias significativas en el ámbito financiero.
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