Huasteca Global News - 17 de febrero de 2024
En un giro significativo en su política de inmigración, Estados Unidos está contemplando la liberación de miles de migrantes indocumentados actualmente detenidos. Esta consideración por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) surge como consecuencia directa de las limitaciones presupuestarias que enfrenta la agencia, las cuales impiden la gestión adecuada de la creciente población migrante detenida.
La propuesta surge tras el estancamiento de una ley bipartidista que buscaba, entre otras medidas, incrementar la seguridad fronteriza y permitir la expulsión de migrantes en caso de superar los 5,000 cruces diarios en promedio durante una semana. La legislación también proponía solucionar el déficit presupuestario de ICE, estimado en 700 millones de dólares.
De llevarse a cabo, esta liberación implicaría una notable reducción en la capacidad de alojamiento de detenidos de ICE, pasando de 38,000 a 22,000 camas disponibles. Eunice Rendón, coordinadora de Foro Migrante, sugiere que uno de los posibles destinos para los migrantes liberados sería México, lo que requeriría negociaciones con el gobierno mexicano. Alternativamente, podrían ser liberados dentro de Estados Unidos, un escenario que amerita revisión detallada.
Esta situación se suma a las crecientes tensiones políticas en Estados Unidos, evidenciadas recientemente por el juicio político iniciado contra Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, por la Cámara de Representantes de mayoría republicana. Esta acción ha sido criticada por figuras políticas, incluido el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien la calificó de injusta y motivada por intereses partidistas.
A pesar del debate político, la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) reportó una disminución significativa en el número de migrantes interceptados en la frontera entre Estados Unidos y México en enero, en comparación con diciembre, atribuyendo este descenso a factores estacionales y a una mejora en las medidas de control fronterizo. Desde mayo de 2023 hasta finales de enero, más de 520,000 personas han sido expulsadas, la mayoría cruzando la frontera suroeste, según el Departamento de Seguridad Interior (DHS).
Esta situación subraya la complejidad y los desafíos de la política migratoria estadounidense, en un momento en que la migración se posiciona como un tema central en el discurso político y las campañas electorales.
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