Huasteca Global News - 28 de enero de 2024
El aumento de la extorsión en México está poniendo de manifiesto un problema creciente en la estrategia de seguridad del país, a pesar de que el gobierno ha logrado reducir los homicidios.
La extorsión se ha convertido en un riesgo importante para la economía mexicana, y algunos críticos argumentan que la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador de evitar la confrontación directa con los criminales ha dado lugar a un aumento en los casos de extorsión, ya que les ha brindado más espacio para operar.
Un ejemplo reciente de este problema se presentó cuando agricultores en Texcaltitlán, Estado de México, mataron a presuntos miembros del cártel de "La Familia Michoacana" que los amenazaban con extorsión a cambio de protección. Aunque el gobierno ha logrado reducir los homicidios en el país, los casos de extorsión han aumentado significativamente desde que López Obrador asumió el cargo en 2018.
Las cifras oficiales indican que las víctimas de extorsión aumentaron en casi un 60% de 2018 a 2023, llegando a 10,971 casos registrados. Durante el mismo período, los homicidios disminuyeron en un 12%. Los empresarios que se niegan a pagar extorsiones a menudo enfrentan amenazas de violencia contra ellos, sus familias o empleados, o la destrucción de sus propiedades.
López Obrador ha defendido su estrategia de "abrazos, no balazos", argumentando que la violencia no se resuelve con más violencia y que la solución radica en mejorar los niveles de vida y reducir la pobreza y la desigualdad que alimentan el crimen. Sin embargo, algunos críticos argumentan que esta estrategia ha empoderado a los criminales y ha llevado a un aumento en la extorsión.
El aumento en los casos de extorsión es una preocupación creciente en México, y los ciudadanos se muestran cada vez más frustrados por la sensación de que no pueden protegerse. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la extorsión se ha convertido en un problema corrosivo que afecta tanto a la seguridad como a la estabilidad económica del país.
La situación plantea desafíos significativos para el gobierno y destaca la necesidad de abordar la extorsión de manera efectiva para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos y las empresas en México.
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