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Huasteca Global News - 23 de febrero de 2024
La situación en torno a la muerte del líder opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido en prisión el pasado viernes, se ha intensificado tras la continua negativa de las autoridades rusas a permitir que la madre del activista, Luidmila Navalnaya, acceda a los restos de su hijo. Este lunes, por tercer día consecutivo, se le impidió la entrada a la morgue, lo que ha generado críticas y acusaciones de ocultamiento y manipulación por parte del gobierno ruso.
Navalni, quien murió a los 47 años en una cárcel del Ártico en el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia cumpliendo una condena de 19 años, ha sido el centro de un conflicto internacional que ha despertado la condena de potencias occidentales. Sus familiares y seguidores, que acusan al Kremlin de estar detrás de su muerte, buscan transparencia y acceso a sus restos para esclarecer las circunstancias de su fallecimiento.
Kira Yarmish, ex portavoz de Navalni, denunció la falta de cooperación de las autoridades rusas, incluso cuando la investigación oficial sobre la muerte del opositor sigue sin concluir, según declaraciones del Comité de Investigación ruso y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La negativa a permitir el acceso a los restos de Navalni ha sido criticada como una táctica para "ganar tiempo" y evitar el escrutinio sobre las condiciones de su muerte, que ocurre en un contexto de deterioro de la salud del opositor durante su encarcelamiento y aislamiento.
La comunidad internacional, liderada por la Unión Europea, ha expresado su apoyo a la familia Navalni y a la oposición rusa, casi aniquilada en el país. Yulia Navalnaya, viuda del líder opositor, tiene previsto reunirse con cancilleres de la UE en Bruselas para discutir la situación y reforzar el apoyo internacional a la lucha contra el régimen ruso.
El fallecimiento de Navalni ha provocado conmoción tanto dentro como fuera de Rusia, con manifestaciones de apoyo y homenaje reprimidas por las autoridades rusas. Navalni, reconocido por su activismo contra la corrupción y su oposición al gobierno de Putin, se ha convertido en un símbolo de la resistencia contra la opresión en Rusia, especialmente entre los jóvenes.
La situación actual subraya la creciente tensión entre Rusia y la comunidad internacional, y pone de manifiesto las preocupaciones sobre la libertad y la transparencia en el país, especialmente en el contexto de las próximas elecciones presidenciales rusas y la ofensiva en Ucrania.
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