Tormenta de nieve paraliza Nueva York y afecta al noreste de Estados Unidos

Huasteca Global News - 16 de febrero de 2024

Una intensa tormenta de nieve azotó la ciudad de Nueva York y sus alrededores durante la jornada del martes, provocando un caos generalizado en la región. Esta es la primera vez en dos años que la ciudad enfrenta una nevada de tal magnitud, lo que resultó en el cierre de escuelas, cancelaciones masivas de vuelos y perturbaciones significativas en el tráfico vehicular.

Las aerolíneas se vieron obligadas a cancelar más de 1,220 vuelos, con un impacto especialmente fuerte en los aeropuertos de LaGuardia, Newark y JFK. En respuesta a las condiciones climáticas adversas, las escuelas cerraron sus puertas y más de un millón de estudiantes continuaron sus clases de manera remota.

Las autoridades de la ciudad activaron máquinas quitanieves para hacer frente a la acumulación de nieve, que alcanzó hasta 10 a 15 centímetros en algunas áreas de Manhattan. La tormenta también afectó zonas rurales del noreste, dejando carreteras completamente bloqueadas y dificultando la visibilidad en muchas áreas.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias por fuertes vientos y nevadas intensas, alertando sobre posibles daños a árboles, líneas eléctricas e interrupciones en los viajes. Además, se pronosticaron inundaciones costeras a lo largo de la costa este, lo que podría afectar a aproximadamente 32 millones de personas.

Las condiciones climáticas adversas se prevén que continúen, con una baja de temperaturas al final del día que podría convertir la nieve en hielo, aumentando el riesgo de accidentes en las carreteras. Los residentes de la ciudad se vieron sorprendidos por esta tormenta, que llega después de 700 días sin una nevada significativa en la región.

A pesar de las dificultades, muchos neoyorquinos salieron a disfrutar del fenómeno, que se ha vuelto cada vez menos común debido al cambio climático. Sin embargo, las autoridades advierten a los residentes que se mantengan seguros y eviten viajar a menos que sea absolutamente necesario, dadas las condiciones peligrosas en las carreteras y aceras.