Huasteca Global News - Febrero 3, 2024
Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, ha expresado su creencia de que México tiene una oportunidad única con la deslocalización que, si se aprovecha correctamente, impulsará a Estados Unidos a buscar mano de obra mexicana.
En una reunión de más de 700 inversionistas, líderes empresariales, diplomáticos y representantes de la sociedad civil de México y Estados Unidos, organizada por la American Society Mexico, Gálvez enfatizó la importancia del nearshoring. Sostuvo que México tal vez no tenga otra oportunidad como ésta y que no aprovecharla daría lugar a que las inversiones potenciales se dirigieran a otros lugares, a países con energía, estado de derecho y problemas menos relacionados con la seguridad que México.
En su opinión, el fenómeno de las deslocalizaciones empresariales presenta una oportunidad para aliviar la pobreza en México. Sostuvo que los programas sociales por sí solos son insuficientes para sacar a la gente de la pobreza. Si bien las intervenciones gubernamentales son importantes y necesarias para proporcionar una red de seguridad, Gálvez enfatizó que la educación y el empleo son lo que realmente ayuda a las personas a salir de la pobreza.
Basándose en su propia experiencia, compartió que cuando se mudó por primera vez a la capital para asistir a la universidad, el único trabajo que pudo encontrar pagaba 2.500 pesos al mes como telefonista. Sin embargo, luego de completar varios semestres en la facultad de ingeniería, sus ingresos aumentaron a 50.000 pesos mensuales.
Gálvez cuestionó la efectividad de brindar pensiones asistenciales a personas mayores cuando necesitan gastar mil 500 pesos en medicamentos esenciales para la diabetes.
Subrayó que los trabajos de nearshoring están vinculados a campos como la robótica, la inteligencia artificial, la industria médica, la electromovilidad, la aeroespacial y los semiconductores, todos los cuales requieren diversas cualificaciones de nivel universitario.
Gálvez argumentó que el nearshoring podría ser un catalizador importante para el crecimiento económico de México. Incluso sugirió que los mexicanos deberían ver a los centro y sudamericanos como una oportunidad para contribuir a la riqueza del país, en lugar de estigmatizarlos o violar sus derechos humanos. En cambio, propuso ofrecer capacitación y certificación laboral para ayudarlos a integrarse a las cadenas de valor.
Gálvez, quien también es senador con excedencia, llamó a fortalecer las relaciones entre México y Estados Unidos, enfatizando su amistad antes que las asociaciones económicas. Reconoció la bipolaridad global y la necesidad de que México tome una postura.
"Tengo dos brújulas claras: una son mis valores. No me involucraré con gobiernos autoritarios o antidemocráticos. No invitaré a los ejércitos de Cuba, Venezuela o Nicaragua a desfilar el 16 de septiembre", afirmó. "Mi segunda brújula es la realidad. Compartimos una frontera de 3.200 kilómetros con Estados Unidos, con 43 pasos fronterizos; el 80% de nuestro comercio es con América del Norte".
Instó a México a fortalecer su relación con Estados Unidos, su principal socio comercial y un aliado importante en materia de turismo.
Gálvez destacó la creciente tensión entre Rusia, China y Estados Unidos, que está impulsando la tendencia del nearshoring. Durante su presentación, describió diez áreas claves en las que México puede prepararse para aprovechar oportunidades y desarrollarse. Estos incluyen mejorar el Estado de derecho, fomentar la innovación, mejorar la educación, la atención sanitaria y la protección del medio ambiente.
Destacó que México necesita un estado de derecho que funcione y honrar sus compromisos, tanto los tratados internacionales como su propia constitución, para ganarse la confianza de otras naciones. También abogó por poner fin a las prácticas de extorsión que enfrentan los empresarios al iniciar un negocio mediante la desregulación.
En el tema energético, Gálvez advirtió que la red eléctrica de México está al borde del colapso. Si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador está entusiasmado con la capacidad de 89 GW de México, 34 GW no están disponibles para su uso. Expresó la importancia de permitir la inversión privada en la generación de energía, independientemente de quién proporcione la energía, siempre que sea limpia y asequible.
México avanzaba bien en la transición energética y podría haber establecido una matriz energética competitiva, pero ha optado por la generación con combustibles fósiles, remarcó.
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